sábado, 13 de agosto de 2011

EL EMPLAZAMIENTO DE LA JAULA

También de gran importancia es el emplazamiento de jaula de nuestra Ninfa/Carolina en el hogar. Conviene recordar a este respecto que se trata de un pájaro que precisa de un local bien iluminado, que este libre de corrientes de aire y se halle bien ventilado. Asegurémonos además de que no quedará expuesta a los rayos directos y fuertes del sol durante prolongados periodos de tiempo. Si se cuenta con una habitación en la que nos gusta permanecer cómodamente instalados durante largas horas, entonces, éste es probablemente el lugar ideal para instalar la jaula de la Ninfa/Carolina.


A través de las múltiples generaciones en que ha permanecido en cautividad, son muchas las Ninfas/Carolinas que han desarrollado un plumón que no es tan tupido ni protector como el de sus congéneres que viven en el campo. Es por este motivo que la jaula debe estar instalada en un punto que no se halle expuesto a las corrientes de aire ya que una Ninfa/Carolina sometida de un modo persistente a su acción puede resfriarse fácilmente y es posible que muera a consecuencia de ello.

En el campo se ha observado la presencia de Ninfas/Carolinas que viven sin experimentar problema alguno en puntos cuya temperatura oscila entre 5 y 43 ºC a la sombra. Las mantenidas en cautividad como mejor se desenvuelven es con temperaturas en 5 y 10 ºC durante la noche y entre 18 y 26 ºC durante las horas diurnas. Evitemos, sin embargo, que nuestro pájaro se vea expuesto a fluctuaciones repentinas de temperatura.

A las Ninfas/Carolinas les gusta mostrarse sociables, por cuyo motivo nunca debemos instalar su jaula en habitaciones solitarias en las que no cuenten con la oportunidad de mantener contacto con personas sobre una base regular. Teniendo esto bien presente asegurémonos, asimismo, de que la jaula se encuentra instalada de modo tal que al pájaro le resulte posible ver a quien quiera que se le aproxime.
Conviene recordar, en todo momento, que se asustan fácilmente y que por tal motivo debemos evitar colocar la jaula en las proximidades de una puerta a través de la cual pueda entrar alguien de forma repentina.
De hecho, estas presencias súbitas pueden dar lugar a un estado de nerviosismo y tensión en el pájaro.
Aun cuando son muchos los poseedores de pájaros que cubren su jaula durante la noche, tal proceder no resulta necesario en el caso de las Ninfas/Carolinas ya que a estas les gusta observar cuanto acontece en la habitación así como e regreso creciente de la luz del día a primeras horas de la mañana. Si tenemos la intención de organizar una fiesta que dé lugar a que la habitación donde se encuentra la Ninfa/Carolina vaya a quedar llena de gente, constituye una buena idea cubrir la jaula o, si resulta posible, trasladarla a otro punto en que la conmoción sea menor.


Muchos poseedores de pájaros sacan a éstos al aire libre dentro de sus jaulas durante unas pocas horas al día cuando llegan los meses cálidos. Si es éste nuestro deseo, asegurémonos de que no se hallan presentes otros animales de compañía, tales como perros o gatos, en la vecindad pues podrían asustar a nuestro pájaro. Si hay otros animales, lo prudente es suspender la jaula de la rama de un árbol o de un tendedero, en alto. Asimismo no dejemos de comprobar que el fondo de la jaula y las puertas se hallan firmemente sujetas cuando llevemos a cabo estas salidas al exterior pues aun cuando le hayamos recortado las alas para siempre existe el peligro de que se escape.

Algunos de los poseedores de Ninfas/Carolinas que cuentan con la habilidad necesaria y el espacio suficiente construyen una pajarera dentro de un local. Esto no se hace, generalmente, para que en ella habite un solo ejemplar y a que éste puede desenvolverse perfectamente en una jaula de menores dimensiones. Sin embargo, si se dispone de espacio y el aficionado a los pájaros muestra inclinación a construir una pajarera, el vivir en ella constituye una fuente de placer para cualquier Ninfa/Carolina. Un garaje, un cobertizo o una buhardilla son todos ellos excelentes lugares para la instalación de una pajarera con tal que concurran las mismas condiciones exigidas para las jaulas de menor tamaño que se instalan en el interior del hogar.
La pajarera debe contar con buena iluminación, ser muy espaciosa, hallarse alejada de cualquier corriente de aire y no estar sujeta a fluctuaciones drásticas de la temperatura normal.

Comercialmente se dispone de pajareras que se ofrecen bajo múltiples y atractivos diseños pero a un poseedor de pájaros que sea mañoso le resultará posible construir una tipo interno y totalmente adecuada para sus fines valiéndose para ello de materiales sencillos que puede encontrar fácilmente en la mayoría de ferreterías o establecimientos de bricolaje. La tela metálica y los listones de madera constituyen los materiales básicos, debiendo recordar una vez más que los recipientes destinados a la comida deben situarse en puntos alejados de las perchas y palos.
La mayoría de la pajareras de tipo interno cuentan con un estante especial para la comida situado a medio camino entres el suelo y el techo. limpiar una pajarera de este tipo puede constituir una labor compleja ya que, en su mayoría, aprovechan el suelo de la propia habitación en que se hallan instaladas. Conviene barrerlas siempre que sea necesario. Digamos por último que habitualmente la puerta de acceso a una pajarera interna se construye a baja altura.






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